Morelia, Michoacán, 24 de marzo de 2025.- La dirección nacional de Morena, en poco más de un año, lanzará la convocatoria para las 16 posiciones gubernamentales que estarán en juego en 2027. De hecho, los fragmentos pondrán principal acento en que, para el futuro inmediato, serán, tal y como marca la ley electoral, ocho mujeres y ocho hombres. Con este escenario, podemos ir visualizando el panorama que se avecina, pues hemos hablado, desde hace algunos meses, de la ventaja que han ido acumulando varios aspirantes que, no hay duda de ello, levantarán la mano cuando los tiempos se acerquen. Según las encuestas, efectivamente, Morena tiene un gran margen de dominio sobre 13 entidades. Por supuesto, han impactado los perfiles que la sociedad considera de gran relevancia. En efecto, todos ellos serán dignos de participar en la metodología que implemente el CEN. Me refiero al sistema interno que, en el proceso de toma de decisiones, será el medio para dar el siguiente paso.
Morena puede afirmar con total legitimidad que se levantará con la victoria, en una de esas, en las 16 entidades, ya que el declive del PRIAN alarga más la trayectoria. Esto implica que, en el caso particular, se ajustó perfectamente al plan C que elaboró el exmandatario López Obrador. Incluso, desde el inicio de este novedoso proceso conocido como el segundo piso de la cuarta transformación, han evidenciado una increíble habilidad de movilización, debido a la estrecha relación que se ha establecido con todos los sectores sociales.
Por lo tanto, Morena será el favorito en ganar prácticamente todo. Como mencionamos a nivel nacional, lidera las preferencias en la mayoría de los estados. Por supuesto, se incluye la entidad federativa de Tlaxcala. Considerando el potencial que ha demostrado, se levantará con el triunfo sin dificultades. Por cierto, este territorio garantiza una votación muy nutrida que, según ciertas ponderaciones, oscila entre el 50 y el 54%. Siendo Ana Lilia Rivera, actualmente senadora de la República, la que mejor posicionamiento tiene en el seno morenista. En este caso, y partiendo de la premisa establecida, tenemos una lectura muy clara de cómo puede quedar el mapa electoral.
Esas mismas encuestas, por ejemplo, han mostrado ese dominante paso de Morena que hemos venido aludiendo. Hablo de Tlaxcala, desde luego. Esto nos lleva, ante una realidad inminente, a poner nombre y apellido en los hechos tan evidentes que existen. Para decirlo de una forma más clara, es prácticamente un hecho que Ana Lilia Rivera, Senadora de la República, será la candidata de Morena en aquel punto del país, pues el margen en el proceso interno es abismal con el segundo lugar. De hecho, la expresidenta de la mesa directiva, de forma contundente, mantiene una distancia de más de 23 puntos de diferencia del segundo lugar. O sea, un porcentaje técnicamente insuperable a estas alturas.
Hoy, a prácticamente a más de un año de que se publique la convocatoria, Ana Lilia Rivera tiene una intención del voto de más del 54% en algunas encuestas dentro de Morena. En otras, por ejemplo, alcanza un techo de casi 60 %. Es decir, promedia una cantidad importante de perspectiva social que, sin duda, cada vez que avanzan las semanas se mantiene o, incluso, aumenta en la medida que la oposición sigue cayendo en detrimento. Sin embargo, la Senadora de Morena no está sujeta a la crisis que vive el conservadurismo; claro, eso abona, no obstante, el ascenso y consolidación de la izquierda se debe al proyecto que ha sabido encauzar, pero, sobre todo, seguir construyendo bajo la vía de la transformación y el desarrollo de una plataforma progresista.
Esto tiene un gran impacto en cómo se han establecido los cimientos del proyecto nacional que, por supuesto, surgió con el exmandatario López Obrador. Asimismo, con las leyes y reformas constitucionales que— tras más de seis años de legislación en vigor— constituyen el principal pilar de las políticas públicas. Es crucial considerar el trabajo que Ana Lilia Rivera ha realizado especialmente desde el ámbito legislativo. Eso significa, queda claro, poder impulsar un mejor desarrollo y, con ello, dar equilibrio a la gobernabilidad en muchos sentidos al constituir un cambio político sin precedentes que, a la postre, ha planteado soluciones en temas de educación, salud, seguridad, economía y empleo.
Ella, en pocas palabras, ha sido la palanca o el motor de impulso para darle forma y sentido, pero, sobre todo, para construir acuerdos al más alto nivel en el Senado. Ahí están, como sabemos, una lista de modificaciones al marco constitucional que son, ni más ni menos, la respuesta a la problemática que aquejaba. Efectivamente, esos cambios han venido a revolucionar la transformación en todos los sentidos gracias al empuje de Ana Lilia Rivera.
Ahora Ana Lilia Rivera, con todos los méritos y el protagonismo que significa, juega un papel preponderante en este segundo tramo legislativo. Eso se nota en las propias evaluaciones que se divulgan casi a diario. Incluso, todas ellas muestran el interés que genera en la mayoría de la población que, sin duda, ha decidido refrendar su voto en 2027 en Tlaxcala.
Desde este instante podemos responder a numerosas preguntas: Ana Lilia Rivera será la vencedora del proceso interno en Morena. Qué no exista ninguna duda de ello. Lo llevará a cabo de forma robusta y convincente en la encuesta. Hasta ahora, las propias evaluaciones siguen siendo el principal impulsor para establecer una visión precisa de lo que experimentaremos en el futuro. Repito, el descenso que experimenta la derecha aporta más, sin embargo, el mérito de la senadora es incuestionable, tal como lo ha evidenciado en este periodo de reformas a la Constitución. Eso, por supuesto, se confirmará al iniciar el ejercicio oficial.