El alcoholismo tiene múltiples afectaciones a la salud y las relaciones de quien lo padece.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Cada 15 de noviembre, se celebra el Día Mundial Sin Alcohol, una fecha instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar sobre los efectos nocivos del consumo excesivo de bebidas alcohólicas. En México, este día cobra una relevancia especial debido a las alarmantes cifras relacionadas con las muertes y enfermedades atribuibles al abuso de alcohol. El consumo de esta sustancia no solo pone en riesgo la salud de las personas, sino que también genera un fuerte impacto social, económico y de salud pública en el país.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el consumo excesivo de alcohol es responsable de una proporción significativa de las muertes en México. En 2021, el alcohol estuvo involucrado en más de 22,000 muertes, ya sea por accidentes de tránsito, violencia o enfermedades relacionadas con el abuso de esta sustancia, como cirrosis hepática y trastornos cardiovasculares. Esta cifra coloca al alcohol como una de las principales causas de muerte prevenible en el país.

El Centro Nacional para la Prevención de las Adicciones (CENADIC) destaca que el abuso del alcohol es un problema que afecta a diversas edades y clases sociales. De acuerdo con su estudio más reciente, 13.5 millones de mexicanos consumen alcohol en exceso, lo que representa cerca del 12% de la población adulta. Esta tendencia está particularmente marcada en jóvenes entre los 18 y 34 años, donde se observa una mayor prevalencia de consumo de "binge drinking" (consumo excesivo en corto período de tiempo).

El consumo de alcohol, especialmente en grandes cantidades o de manera frecuente, está asociado con una serie de efectos perjudiciales para la salud física y mental. Entre los más graves se incluyen las enfermedades del hígado, pues el alcohol es una de las principales causas de cirrosis hepática, que puede llevar a la muerte si no se trata adecuadamente, pues esta enfermedad es una de las principales causas de muerte asociadas al consumo de alcohol, con un aumento significativo de casos en los últimos años.

El abuso de alcohol aumenta el riesgo de sufrir accidentes de tránsito, caídas y otros incidentes. Además, es un factor de riesgo importante en situaciones de violencia doméstica y agresiones físicas. La Cruz Roja Mexicana ha reportado un aumento de atenciones a víctimas de accidentes relacionados con el alcohol, especialmente en fines de semana.

Además, el consumo crónico de alcohol puede dar lugar a trastornos psicológicos, como la depresión y la ansiedad, además de contribuir al desarrollo de adicciones que afectan la estabilidad emocional y social de quienes lo padecen.

Otro efecto perjudicial a la salud por el abuso del alcohol es el cáncer, pues diversos estudios, como los realizados por el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), han demostrado que el alcohol es un factor de riesgo significativo en el desarrollo de cánceres en diferentes partes del cuerpo, como la boca, la garganta, el hígado y el esófago.

Uno de los efectos más dramáticos del abuso de alcohol es el número de muertes que provoca cada año. Según datos de la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC), en 2021, el alcohol fue responsable de 22,000 muertes directas en México. Esta cifra incluye tanto muertes por enfermedades relacionadas con el alcohol como aquellas provocadas por accidentes de tráfico y violencia. El abuso de alcohol también es un factor importante en los accidentes laborales, las lesiones no intencionales y los suicidios.

En cuanto a las muertes por accidentes de tránsito, la Secretaría de Salud estima que aproximadamente el 30% de los decesos en accidentes viales están relacionados con el consumo de alcohol, especialmente entre los jóvenes que son más propensos a conducir bajo sus efectos.

También hay consecuencias sociales y económicas

El costo social y económico del alcoholismo en México es también un tema preocupante. Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el abuso de alcohol en el país genera pérdidas de más de 80 mil millones de pesos anuales en términos de atención médica, pérdida de productividad y daños a la seguridad pública. Esto convierte al alcoholismo en una de las principales causas de gasto en salud pública y una de las más grandes cargas económicas para las familias y el sistema de salud nacional.

De acuerdo con expertos en salud pública, reducir o eliminar el consumo de alcohol no solo mejora la calidad de vida, sino que también disminuye significativamente los riesgos de enfermedades crónicas y accidentes.

Algunas recomendaciones para dejar de beber incluyen establecer límites claros: La CENADIC recomienda que las personas establezcan un número máximo de bebidas alcohólicas por semana y se adhieran a esos límites. Según la OMS, se recomienda que los hombres no beban más de 14 bebidas estándar por semana y las mujeres no más de 7.

Buscar apoyo profesional también puede ayudar a controlar la manera de beber. Las personas con problemas de adicción al alcohol pueden beneficiarse de programas de tratamiento y apoyo psicológico. En México, existen diversas instituciones públicas y privadas que ofrecen programas de desintoxicación y terapia para quienes deseen dejar el alcohol.

Participar en grupos de apoyo es otra de las alternativas contra el alcoholismo. Organizaciones como Alcohólicos Anónimos ofrecen apoyo a aquellos que desean superar su dependencia al alcohol mediante un enfoque comunitario basado en la experiencia compartida.

La adopción de hábitos de vida saludables, como una dieta balanceada, ejercicio regular y prácticas de relajación, puede ayudar a reducir la tentación de beber y a mejorar el bienestar general.

El Día Mundial Sin Alcohol nos invita a reflexionar sobre el impacto que el consumo excesivo de alcohol tiene en nuestra salud y en nuestra sociedad. En México, las muertes y enfermedades relacionadas con el abuso del alcohol siguen siendo una de las principales preocupaciones en salud pública. Reducir el consumo de alcohol no solo previene enfermedades y accidentes, sino que también contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas y a disminuir las cargas económicas y sociales que genera esta sustancia. La concientización y la educación sobre los efectos negativos del alcohol son pasos fundamentales para construir un futuro más saludable y libre de adicciones.