Emiliano Aguilar responde a Pepe Aguilar, afirmando que el apellido no garantiza el éxito, y destaca su camino propio y amor por su hija.
Días después de que Pepe Aguilar expresara su deseo de reconciliación con su hijo Emiliano, este último rompió el silencio y responde, dejando en claro la distancia emocional entre ambos.
En una entrevista reciente,, el reconocido intérprete de música regional, compartió su anhelo de recuperar la relación con su primogénito, comparando su deseo con el de pasar tiempo con su difunto padre, don Antonio Aguilar.
“También la gente se muere. Tú sabes lo que yo daría de mi fortuna, de lo que tengo, de lo que sea, por una hora con mi papá”, dijo emocionado.
Sin embargo, Emiliano no parece compartir este sentimiento. Al ser interrogado sobre el tema, respondió con firmeza:
“No, no quiero, ya hablamos de mi familia, pero Aguilar ¿Qué tiene que ver, guacha? Hay mucha raza que es hijo de famosos y no la hacen. Entonces, si ser hijo de Pepe Aguilar viene valiendo para pura madre, porque si no tuviera talento yo hubiera valido madre hace mucho”.
Emiliano enfatizó que pertenecer a una familia famosa no garantiza el éxito ni la aceptación del público.
“Es el apellido de mi abuelo, no es de mi papá, pero, a fin de cuentas, el apellido no te ayuda en nada. Si no tienes talento, no tienes talento. Si a la raza no le caes bien, no le caes bien y vale madre”.
A diferencia de su relación con su padre, Emiliano expresó un profundo afecto por su madre, Carmen Treviño.
“No, mi mamá es lo mejor que existe en este mundo. Hablo con ella muy seguido, ahí está conmigo. Me dice todo el tiempo: ‘Ya no te tatúes la cara’, me dice: ‘Estás muy guapo’, pero me tatúo la cara y me regaña”.
Además, Emiliano compartió que su hija ha sido una fuente de transformación en su vida.
“Si mi hija no estuviera aquí, yo ya estuviera muerto. La vida que yo vivía antes, o sea me valía todo… Y ahorita pues ya tengo alguien aquí. Pues si yo me muero, pues ella no tiene a nadie”.
Emiliano Aguilar deja claro que, aunque forma parte de una de las dinastías más importantes del espectáculo mexicano, su camino es independiente, guiado por el amor a su hija y el vínculo con su madre, lejos de la sombra de Pepe Aguilar.
