Morelia, Michoacán

La comunidad indígena de Tzintzuntzan y la Arquidiócesis de Morelia libran una pugna por la custodia del Exconvento de Santa Ana, al acercarse la conmemoración de los 500 años del inicio de la evangelización en la fe católica de la población en Michoacán.

El titular del Centro Cultural Comunitario Tzintzuntzan, Filiberto Villagómez, informó que el pasado 22 de junio la Arquidiócesis de Morelia solicitó al organismo la entrega del exconvento, con el argumento de su correspondencia a la Iglesia Católica, a pesar de que éste se encuentra resguardado por la comunidad indígena y ha sido restaurado por gestión de ésta.

Por su parte, la asamblea comunal descarta lo anterior, al señalar que ha sido la comunidad indígena la que se ha encargado de cuidar el lugar y cuenta con la custodia del mismo.

Mencionó que el exconvento es considerado un edificio histórico y un bien propiedad de la nación, con lo que el único escenario donde la comunidad indígena que ostenta su custodia la cedería a la Iglesia Católica es donde se demostrara que es esta la instancia a cargo del inmueble.

Precisó que la negativa de la comunidad indígena a ceder la custodia del sitio ha derivado en la promoción de la petición de la Arquidiócesis de Morelia por por el sacerdote local, Sergio Chuela, en las celebraciones eucarísticas, alimentando la tensión en la localidad.

Al momento, la Arquidiócesis de Morelia no ha emitido posicionamiento alguno sobre este asunto, aseveró el director de Comunicación, Ángel David Arias.

No obstante, confió en que “la resolución se dará entre las partes implicadas en los días subsiguientes”, al ser un tema en desarrollo.

Exconvento de Santa Ana, en custodia de la comunidad indígena: INAH

“Está muy claro, el inmueble forma parte de la red de museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), es propiedad federal y está destinado a la difusión de la cultura, resguardado por un patronato, emanado a su vez de la conunidad”, expuso el titular del Centro en Michoacán del INAH, Marco Antonio Rodríguez Espinoza.

En entrevista para Primera Plana Mx, Rodríguez Espinoza señaló que la comunidad indígena “está cuidando muy bien del inmueble, recientemente un dictamen técnico sobre la conservación del sitio arrojó resultados favorables. También se tienen en el lugar importantes colecciones arqueológicas y de arte sacro muy bien protegidas y conservadas”.

Llamó a la Arquidiócesis de Morelia a buscar privilegiar el diálogo con sensibilidad, puesto que, como en el seno de la Iglesia Católica, en las comunidades indígenas hay autoridades y sistemas normativos que se deben respetar, “elementos que vienen de lejos, y que no todos los sacerdotes entienden y reapetan”.

Agregó que se han hecho esfuerzos por plantear la situación a las autoridades eclesiásticas, como es el caso del vicario de la parroquia de Quiroga, “me preocupa que la Iglesia Católica diga que se le debe entregar el inmueble que no les corresponde, no entiendo bien el propósito de solicitar el espacio, pienso que olvidaron que Benito Juárez ya emitió leyes que dejaron en claro este tema”, refirió.

El director del Centro en Michoacán del INAH afirmó que la mayor preocupación es que este conflicto escale a un problema social, por la tensión en la comunidad.

Intereses económicos, detrás de la búsqueda de bienes comunales: CSIM

El representante del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), Pável Uliánov Guzmán Macario, señaló que en los últimos años se ha observado la tendencia de la Iglesia Católica por obtener la propiedad comunal de las comunidades indígenas.

Señaló en específico los casos de Villa Escalante, donde dijo que las autoridades eclesiásticas pretendieron obtener la posesión de La Huatapera para instalar un estacionamiento y sanitarios públicos, a pesar de que el sitio es herencia desde la Colonia, y Tzintzuntzan, donde el clero reclama el Exconvento de Santa Ana.

Esto, dijo, mediante juicios por la vía civil, donde una iniciativa promovida después de 1994, por el entonces presidente de México Carlos Salinas de Gortari permite a la Iglesia Católica reclamar en arrendamiento los inmuebles que ocupa.

Y es que, acotó, por la vía agraria no es posible que obtenga el triunfo, ya que las comunidades indígenas disponen de sus documentos en regla.

Lamentó que la autoridad federal ha mostrado estar “en contubernio” con la Iglesia Católica para este despojo a las comunidades indígenas, lo que, dijo, es una contradicción, ya que “tienen como ideólogo a Benito Juárez, autor de las Leyes de Reforma, que quitaron los bienes a la Iglesia Católica”.

“No pedimos más que respeto, no es posible que luego de cientos de años de despojo aún se les quiera quitar a las comunidades indígenas lo poco que comunalmente conservan”, expresó Guzmán Macario.