Morelia, Michoacán, 12 de marzo de 2025.- Líderes religiosos han denunciado desde Siria que el terrorismo islámico, con el respaldo de Turquía, ha acabado ya con la vida de más de 7.000 cristianos y alauitas en los últimos días. Según estos testimonios, las masacres están siendo «especialmente cruentas» y tienen como objetivo acabar con las comunidades históricas que han habitado en esta región durante siglos.
Desde Damasco, fuentes eclesiásticas han alertado de que la persecución contra los cristianos en Siria ha alcanzado niveles sin precedentes. El patriarca ortodoxo griego Juan X de Antioquía ha expresado su consternación por la brutalidad de estos ataques y ha pedido a la comunidad internacional que actúe antes de que sea demasiado tarde. Además, ha denunciado que las comunidades cristianas sufren una grave escasez de alimentos y medicinas, agravada por la falta de asistencia humanitaria en la zona.
Las matanzas, que han tenido lugar en distintos puntos del país, coinciden con la consolidación del nuevo régimen islámico en Siria. Desde el entorno de estos grupos, argumentan que no pueden controlar a las milicias y facciones armadas que continúan atacando a la población civil, pero desde la Iglesia advierten que esta es sólo una excusa para encubrir crímenes sistemáticos.
Mientras la presión internacional crece de parte de países como Rusia o los Estados Unidos, el presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa, ha intentado desmarcarse de la violencia y ha prometido que su gobierno tomará medidas contra quienes han participado en la matanza de civiles. «Cualquier persona implicada en estos crímenes se enfrentará a la justicia. Nadie está por encima de la ley», ha asegurado en una reciente declaración pública. Sin embargo, las pruebas en el terreno sugieren que estos anuncios no han detenido la escalada de violencia. (CON INFORMACIÓN DE: LA GACETA)