Con más de 300 equipos, se convirtió en un punto de encuentro y competencia.

Arved Alcántara / La Voz de Michoacán

Durante muchos años, pero sobre todo entre los 90, las Canchas del IMSS fungieron como semillero de grandes talentos del balompié local, así como un punto de convivencia familiar, pero, sobre todo, de grandes recuerdos.

Se ubicaron más de 30 años en la Avenida Camelinas, casi frente al bosque Lázaro Cárdenas y en lo que hoy es la Clínica 83 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); estas canchas albergaron a la liga de futbol infantil y juvenil más importante de todo el estado.

Con más de 300 equipos, se convirtió en un punto de encuentro y competencia, sobre todo los días sábados, en los que se disputaban partidos entre decenas de equipos con jugadores, que si bien tenían corta edad, ya se generaban grandes rivalidades, sobre todo entre los conjuntos de diversas instituciones educativas.

Desde las 8:00 de la mañana del sábado ya era común ver a los padres de familia llegar con sus hijos bien uniformados: con sus zapatos deportivos, espinilleras y todo el conjunto que les hacía sentir como en la Primera División Los familiares de los jóvenes futbolistas arribaban con sus bancos, garrafones de agua, frutas y la muy necesaria gorra para aguantar los 60 minutos de juego que duraban los encuentros, mientras jugaban su propia batalla de porras.

Las ligas eran competidas, los equipos más representativos eran los del IMSS, escuela del Atlético Morelia, filiales de Chivas y colegios como el Anáhuac, Motolinía, Valladolid y la Universidad Vasco de Quiroga, que competían el año que duraba la liga.

Sonaban nombres de grandes entrenadores, pero sobre todo legendarios futbolistas retirados, como el caso del exportero del Morelia, Félix Madrigal, que se hacían cargo de cuadrillas completas de jóvenes y niños, quienes desde corta edad ambicionaban convertirse en jugadores profesionales.

Algunos lo lograron. Nombres como Moisés Muñoz, Javier Hernández, Mario Ruiz, Miguel Ángel Fraga, Hugo Ayala y Elías Hernández saltaron a las grandes ligas del futbol mexicano, europeo e incluso a las filas de la Selección Mexicana luego de haber pisado en algún momento estas canchas.

Y es que la misma calidad que tenía la liga del IMSS y la gran cantidad de jóvenes que se concentraban en estos puntos atrajo visorias de los mejores equipos del país. Se sabía que Atlas, Monarcas Morelia, Pachuca y grandes clubes deportivos viajaban con la esperanza de descubrir a los futuros grandes jugadores del balompié.

Sus cuatro canchas, dos chicas y dos de tamaño profesional, no se dieron abasto para permitir el juego a todos los equipos en la liga que duraba un año. Por lo anterior, se tuvo que buscar sedes alternas para desahogar la intensa actividad que tenía este espacio deportivo y habilitar encuentros en del Estadio Venustiano Carranza, las Canchas del Río (por avenida Solidaridad) y las de Ciudad Universitaria.

El arranque de la liga del IMSS era en grande. Se reunían los equipos para dar el banderazo de salida para que los miles de niños pudieran competir en la amistosa, pero ardua temporada, en donde además de competir por el trofeo en turno cada fin de semana soñaban con acercarse un pasito al futbol profesional.

Con el paso de los años, la liga y el uso de las canchas, lejos de perderse acrecentó su demanda y cantidad de equipos. Cada vez era más común que los niños de primaria y de secundaria lo practicaran y más conjuntos se fueron inscribiendo en sus diversas categorías; las escuelas tenían ya sus “selecciones”, pero había diversas formas de anotarse.

Sin embargo, en el año 2013 y tras 33 “temporadas”, las Canchas del IMSS de Camelinas vieron llegar sus últimos momentos. Las fallas geológicas y los daños a la Torre del IMSS en la avenida Nocupétaro generaron la necesidad de encontrar más espacios para la atención médica.

Por lo anterior, se vio la necesidad de sustituir las canchas por infraestructura médica, pero no fue el final.

La gran demanda tanto de jóvenes como de padres de familia para que se mantuviera este espacio logró que las autoridades del estado se comprometieran a demoler la antigua y dañada torre del IMSS para en su lugar, lanzar en 2014 el nuevo complejo de canchas para los jóvenes que, desgraciadamente y pese a una nutrida participación, parece que nunca pudo alcanzar el éxito de la anterior liga.