Como un milagro navideño, Estrellita Colibrí es adoptada pese a su avanzada edad.
Hace algunas semanas se dio a conocer el caso de una perrita de catorce años que residía en una Unidad de Cuidado Animal y que era de difícil adopción:
“La mayoría de perritos que tenemos en la Unidad de Cuidado Animal son de ‘difícil adopción’, razas de manejo especial, perritos grandes y/o viejitos, oscuros … chiquitines que llevan añooooos esperando ser vistos y elegidos! Entre todos esos gordos estaba Estrellita Colibrí, de 14 años, con un cuerpo frágil por la edad… usualmente las familias nos escriben o llegan a la UCA buscando cachorros, por lo que pensar en que alguien nos escribiría para ella era esperar un milagro…. Pero los milagros se cumplen y sobre todo en Navidad”, se lee en el post.
Ante esto, Camila, al ver la publicación decidió visitar a la perrita junto con su otro perro adoptado, Munrra. Un perro que había sido entrenado para protección y seguridad de 62kg, que necesito de rehabilitación; compaginó muy bien con Estrellita, por lo que Camila no dudo y la adopto.
“Munrra, un perrito adoptado después de haber sido entrenado para seguridad. Un gordo de 62 kg que tuvo que pasar por un proceso de rehabilitación y que hoy se convirtió en hermano! Munrra y su mamá fueron a la UCA exclusivamente a conocer a Estrellita y gracias al apoyo de nuestro equipo de comportamiento, los dos enanos se llevaron bien desde el primer momento.”
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Estrellita ya llevaba varias semanas en la unidad, esperando a ser adoptada, sin embargo la opción parecía alejarse cada vez más y ya solo disfrutaba de los paseos y el amor que le daban. Camila cambió eso.
“Munrra y su mamá no lo pensaron mucho y llenaron los papeles para adoptarla y la carita de Estrellita lo dice todo… a los pocos segundos en su nueva casa, recuperó la sonrisa.”
Las personas tienen prejuicios a la hora de adoptar, ya que buscan cierto tipo de animales, y dejan relegados a todo aquellos que también merecen serlo.
“Quiero que esta historia los anime a considerar la adopción de animales viejitos o a recibir en sus casas durante esta Navidad a alguno de los gordos que tenemos en la UCA. Puede ser una o dos semanas… o todo diciembre. Permitirles a estos gordos conocer el amor verdadero durante al menos unos días, puede devolverles la esperanza de cambiar su vida, de encontrar una familia, de tener una segunda oportunidad en este planeta!”, dice finalmente.
Fuente: Milenio