“No es que no deseen formar una familia, sino que las condiciones no son favorables para hacerlo”, explicó.

Redacción / La Voz de Michoacán

Ciudad de México. Desde hace varias décadas, en México existe una considerable disminución de las tasas de embarazo y de natalidad, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).  

En todo México, en 2023 se contabilizaron 1 millón 820 mil 888 nacimientos. Esta cifra muestra una depreciación en comparación con años pasados. En 2022 se registraron 1 millón 891 mil 388; en 2018, 2 millones 162 mil 535; en 2016, 2 millones 293 mil 708 y, en 2014, 2 millones 463 mil 420. Tales datos muestran una tendencia general hacia la reducción de embarazos y de nacimientos.

Ante ello, la académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Luz María Galindo Vilchis, realizó una investigación sobre el porqué la gente joven no desea tener hijos e hijas.

Entre las razones destacan la falta de tiempo, las rentas elevadas y los empleos inestables. “No es que no deseen formar una familia, sino que las condiciones no son favorables para hacerlo”, explicó. Estas son las razones que la investigadora descubrió.

Empleos inestables 

Cada vez es más difícil encontrar un empleo fijo, y cuando se consigue uno, los sueldos suelen ser bajos con largas jornadas laborales. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países con más horas de trabajo y menor remuneración.

“Es una contradicción: aunque los jóvenes tienen trabajo remunerado, los salarios no son suficientes para sostener una familia. ¿Con qué van a mantener a los hijos?”, cuestionó la académica.

Rentas elevadas

Diversos estudios han demostrado que los jóvenes no pueden independizarse debido a los altos precios de las rentas. Muchos optan por compartir los espacios con compañeros seguir viviendo con sus familias.

Horas en el transporte público

Muchos jóvenes se trasladan todos los días desde la zona conurbada del Valle de México para llegar a sus empleos. Hacen hasta 3 horas de camino de ida y 3 de vuelta. Si el sueldo no es suficiente, llegan a cocinar para llevar al otro día la comida a la oficina, y solo tienen tiempo para dormir. "¿A qué hora tendrán tiempo de tener una familia?", puntualizó.

¿Quién cuidará a sus hijos e hijas?

 Si trabajan varias horas al día, los jóvenes no tienen tiempo para ver a sus hijos e hijas, menos para cuidarlos. Tendrían que pagar a alguien para que lo haga o dejarlos con los abuelos. De alguna manera, prefieren decir que no quieren hijos, ya que es lo más fácil.

Necesidad de tiempo para divertirse y descansar

En su poco tiempo libre, los jóvenes prefieren descansar y divertirse, en lugar de asumir la responsabilidad de cuidar hijos. Sin embargo, debido a las condiciones laborales y los bajos sueldos, no tienen tiempo para descansar ni dinero para divertirse.

Sector LGBTQ+

Históricamente, la familia ha sido entendida desde una perspectiva heteronormativa, y otras formas no eran visibles o eran castigadas con la cárcel o terminaban en hospitales psiquiátricos. Desde la década de los 70, surgieron movimientos internacionales de visibilización lésbica. Hoy en día, existe una diversificación en las personas más jóvenes.

Tener hijos para el sector LGBTQ+ es aún más complicado. Las parejas de hombres tienen dos opciones: la gestación subrogada, una técnica de reproducción asistida en la que una mujer gesta al hijo de otra persona, o la adopción. Sin embargo, en la Ciudad de México este proceso es muy complicado, pudiendo tardar de uno a cinco o seis años. Por ello, prefieren ir a otros estados como Morelos, donde el trámite es más sencillo.

Cuando estas parejas adoptan, generalmente ya no son tan jóvenes, ya que deben tener una estabilidad económica mediana. Si se trata de una pareja de mujeres que decide ser madre, suelen turnarse para que una trabaje mientras la otra cuida a los hijos.

Reconfiguración familiar

Actualmente, las familias ya no son las tradicionales de papá, mamá, hijos y perro (porque no aceptan un gato), sino que pueden estar formadas por abuelos y nietos; mamá e hijos; papá e hijos; tía con sobrinos, entre otras configuraciones, ya que hay muchos niños huérfanos debido a los feminicidios.

De hecho, el último censo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) reveló la existencia de familias poliamorosas, donde tres o cuatro personas viven juntas. En estas familias hay mucho amor para los hijos. “Se trata de una reconfiguración familiar”, finalizó la politóloga.