Morelia, Michoacán; a 21 de enero de 2025.- En las inmediaciones del antiguo hospital infantil de Morelia, hay un hombre que ha dedicado más de 35 años de su vida a la venta de gazpachos. Antonio es su nombre y su historia es una lección de perseverancia y dedicación.
Cada día, sin falta, el señor Antonio se levanta a las siete de la mañana para ir al mercado de abastos y surtir fruta para la venta de gazpachos, a pesar de las circunstancias en las que se encuentra el lugar, él no se rinde, día con día, sigue luchando para poder vender su producto y mantener viva la tradición de la venta de gazpachos en la capital michoacana.
“Llevo aquí desde que tenía 17 años, he venido estando aquí desde niño, primero mi esposa vendía conmigo gazpachos en el antiguo hospital civil y ahora ya me dijo que ella también quería su puesto y desde entonces nos hemos dedicado a la venta de gazpachos”.
El señor Antonio comenzó a vender gazpachos en el antiguo hospital civil de Morelia, con la firme intención de preservar la tradición de la venta de gazpachos en la ciudad y a lo largo de los años, ha visto cómo el lugar ha cambiado, pero él sigue ahí, firme en su compromiso de mantener viva la tradición.
“Si, de poco en poco sale para la venta de los gazpachos, pero día con día uno tiene la firme convicción de que puede salir adelante, muchas veces aquí está solo y muchas otras veces no, pero todo depende del día y cuestiones así”.
A pesar de que día con día no vende mucho producto, el señor Antonio no se desanima. Sigue adelante, con una lucha incansable para poder acabar su producto temprano y regresar a su hogar con la satisfacción de haber cumplido con su tarea.
“Aquí estamos todos los días de la semana, listos para poder seguir ofreciendo los gazpachos, nos levantamos de nuestra casa desde las siete de la mañana para ir por la fruta, llueve o no, esté haciendo frío o no y aquí estamos”.
La historia de Antonio es un ejemplo de cómo la dedicación puede superar cualquier obstáculo y dificultad y el sigue adelante para poder solventar los gastos de su familia y mantener esa carisma y optimismo.