Rosamaría Sánchez/Liliana Jiménez – Morelia, Michoacán
En un mensaje con evidente impacto político, el fiscal general del Estado, Carlos Torres Piña, anunció la mañana de este jueves la identificación del presunto asesino material del presidente municipal de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, lo que a su vez descarta la primera versión oficial que señalaba a Osvaldo Gutiérrez, alias “El Cuate”, como el responsable del atentado.
El fiscal informó que el presunto agresor fue identificado como Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de 17 años, originario y vecino de Paracho, y quien —según datos recabados por la propia Fiscalía— tenía adicción a la metanfetamina.
Su cuerpo fue reclamado por sus familiares, quienes reportaron que el joven se ausentó de su domicilio aproximadamente una semana antes de ejecutar el crimen.
El señalamiento público del nuevo responsable modifica el rumbo de la narrativa inicial del caso, que había generado especulación política y presión hacia las autoridades estatales para aclarar las inconsistencias en torno al primer nombre difundido tras el asesinato.
A través de un mensaje en redes sociales institucionales, Torres Piña sostuvo que en el homicidio participaron más de dos personas y que el ataque está vinculado a grupos delincuenciales, aunque evitó precisar a cuál, bajo el argumento de no comprometer las líneas de investigación aún abiertas.
El alcalde Carlos Alberto Manzo Rodríguez fue ejecutado el pasado 1 de noviembre, momentos después de inaugurar el Festival de las Velas 2025, en pleno Centro de Uruapan y frente a su familia, colaboradores, habitantes y visitantes que asistían al evento. Su asesinato, perpetrado a plena luz y frente a cientos de personas, sacudió al estado y escaló de inmediato a un tema de alta tensión política.
La Fiscalía aseguró que continuará profundizando en las indagatorias para esclarecer no solo la participación de los demás implicados, sino también el trasfondo criminal y político de un ataque que cimbró al municipio y elevó el reclamo ciudadano de justicia y transparencia.
A tal grado fue el impacto, que la noticia circuló y generó reacciones internacionales, así como movilizaciones en distintos municipios de Michoacán, como Uruapan, Zitácuaro y Lázaro Cárdenas; algunas muy violentas como las ocurridas en Morelia y Apatzingán.