Este domingo, la activista Sheridan Mata cumplió 72 horas desaparecida en el estado de Puebla, luego de denunciar públicamente actos de violencia y acoso por parte del padre de su hijo, con nueve meses de embarazo.
Mata, fundadora del Frente Poblano contra Deudores Alimentarios, desapareció el jueves 26 de diciembre, en la colonia Tres Cruces, en la capital poblana, un día antes de su fecha programada para dar a luz.
La defensora de derechos humanos es conocida por su constante lucha en favor de los derechos de las madres y en contra de los deudores alimentarios.
Según sus familiares, la desaparición de Mata se produce después de que la activista denunciara a su expareja, el futbolista Iker Galeano Arellano, por violencia de género.
Galeano, miembro del club Dragones de Mexicali, de la Segunda División del Futbol Mexicano, fue señalado por Mata en una carta dirigida al presidente del club, Ernesto Navarrete Federico, en la que relató diversos abusos, incluyendo amenazas, ciberacoso y la difusión de imágenes íntimas en redes sociales.
En dicha misiva, Mata también acusó al futbolista de negar la paternidad de su hijo y lo exhortó a no ser encubierto por su equipo, recordando las dos denuncias penales que existían en su contra por violencia.
La activista también relató un episodio en el que Galeano la abandonó embarazada en el aeropuerto de Baja California, luego de hacerla viajar con engaños desde Puebla.
Ante la desaparición, el gobierno de Puebla activó los protocolos de búsqueda y estableció una mesa de trabajo interinstitucional para localizarla.
La Fiscalía estatal también emitió una ficha de búsqueda de Mata, quien tiene 37 años de edad y 1.5 metros de altura. Entre sus señas particulares, se destaca un tatuaje de unas rosas en el hombro derecho y otros detalles que permiten su identificación.
Diversos colectivos feministas y organizaciones aliadas han hecho un llamado urgente a las autoridades para que agilicen la investigación y garanticen el regreso de Mata.
En un comunicado conjunto, reafirmaron que la vida y seguridad de Sheridan son responsabilidad del Estado, subrayando que su desaparición no es un caso aislado, sino que representa los riesgos que enfrentan quienes luchan por los derechos humanos y contra la violencia hacia las mujeres.
La familia, amigas y defensores de derechos humanos insisten en que no cesarán sus acciones hasta que la activista sea regresada con vida, y piden que las autoridades brinden informes constantes sobre el avance de la investigación.
Fuente: López-Dóriga