La violencia del Cártel Michoacán Nueva Generación provoca el éxodo de familias en Apatzingán, reflejando la crisis de seguridad en la región.

Apatzingán, Michoacán.- A una semana de que el grupo criminal autodenominado Cártel Michoacán Nueva Generación (CMNG) intensificara sus ataques en comunidades rurales de Apatzingán, decenas de familias han huido en busca de refugio.

La ofensiva, atribuida a la alianza entre Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha provocado el desplazamiento forzado en las localidades de El Guayabo y El Alcalde, en Apatzingán, debido a la inseguridad y violencia que prevalecen en este municipio.

A través de la cuenta de Facebook “Fiestas Ejidales El Guayabo”, se publicaron fotos y videos de las balaceras, así como de viviendas afectadas por impactos de armas de grueso calibre.

Junto a las fotografías y videos, se publicó la leyenda: “Necesitamos ayuda para nuestras comunidades del guayabo y alcalde que estamos asiendo afectadas por intensas balaceras y ataques con drones muchas familias estamos asiendo afectadas hay niños personas discapacitadas personas dela tercera edad solo queremos paz que se pueda vivir nosotros no perjudicamos nadie pero no es justo tener que salirse de nuestros hogares somos personas que nos dedicamos al campo y vivimos del campo esperemos tener pronto respuesta y nos puedan ayudar” (sic).

Mientras los desplazados exigen la intervención permanente del Ejército Mexicano, ya que éstos, en el día, disuaden a los agresores, sin embargo, los criminales regresan al caer la noche para continuar con sus ataques.

De las aproximadamente 150 familias que vivían en El Guayabo, solo unas diez resisten con la esperanza de que las fuerzas de seguridad logren contener la violencia.

A menos de dos kilómetros, la comunidad de El Alcalde también se ha convertido en un pueblo fantasma, ya que reportes señalan que las últimas familias partieron hace dos días, dejando atrás viviendas saqueadas y negocios vacíos.

Incluso la iglesia del pueblo fue blanco de explosivos, mientras que una capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe muestra las huellas de disparos, derivado de los enfrentamientos que persisten en la región.

Te puede interesar: Campos de exterminio en Michoacán: el rastro del crimen organizado

El éxodo de estas familias refleja la crisis de seguridad que sigue golpeando a la región de Tierra Caliente, donde la población se debate entre la resistencia y el abandono de sus hogares ante el avance del crimen organizado.