Estos objetos se separan y se clasifican para ser reciclados, almacenados o rehabilitados.

Aholibama Andrade / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Televisores, pilas, computadoras, hasta juguetes electrónicos, son algunos de los objetos que se recibieron en el centro de acopio del Recoelectrón de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), el cual instalaron desde este viernes en el estacionamiento de Ciudad Universitaria, específicamente a un costado de Radio Nicolaita y que tuvo actividades también este sábado. El 90 de estos objetos no viene de oficinas o industria, sino de los hogares.

Los residuos electrónicos o basura tecnológica son todas aquellas piezas u objetos eléctricos y electrónicos que por alguna razón quedan en desuso, ya sea porque se averiaron o porque quedaron obsoletos con el paso del tiempo. La mayoría de las ocasiones estos objetos se acumulan tanto en los hogares como en los rellenos sanitarios, incluso llegan a parar a las carreteras o lagos, lo cual causa diversos daños al medioambiente.

Uno de los objetivos del Recoelectrón es darles un tratamiento adecuado a los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), para así canalizar los componentes a los centros autorizados en materia de reciclaje. No obstante, también buscan sensibilizar a la población sobre la importancia de desechar responsablemente todos aquellos objetos como celulares, teclados, cargadores, radios, grabadoras, consolas de videojuegos, etc.

En entrevista para La Voz de Michoacán, Evelia Santillán Ferreyra, investigadora, maestra en Ciencias y pionera del Recoelectrón, relató que esta iniciativa surgió hace 14 años como parte de las actividades de un proyecto de investigación científica de la UMSNH sobre el manejo y gestión de residuos sólidos.

Pero, frente a las necesidades que identificaron en la sociedad, la contaminación y la falta de centros de acopio para este tipo de residuos, el Recoelectrón de la Universidad Michoacán ha permanecido en funciones de manera ininterrumpida desde su creación en 2010 (originalmente llamado Reciclón), incluso recordó la académica que lo abrieron durante la contingencia sanitaria por la pandemia de la COVD-19.  

Agregó que con el paso de los años han colaborado con diversas instituciones del sector público y privado, entre ellas la empresa moreliana de Tratamiento y Recolección de Electrónicos (TREE), que se especializa en el reciclaje de residuos de manejo especial, es decir todos aquellos equipos que para funcionar requieren de luz o baterías. 

La maestra Evelia Santillán detalló que, frente a la demanda de la sociedad, recientemente se firmó un convenio con la Rectoría de la UMSNH para realizar este evento dos veces al año, ya que tradicionalmente se llevaba a cabo en noviembre. De manera que en 2024 la primera jornada se programó para este mes de abril y la próxima será en 7 meses.  

En el sitio, la ciudadana Viridiana Vejarán una de las primeras personas en acudir al Recoelectrón durante la mañana del viernes, compartió para esta casa editorial que al ser residuos “peligrosos y tóxicos” decidió buscar un centro de acopio para este tipo de basura. Por esto acudió con computadoras, cables y memorias en desuso; “sobre todo hay que tener conciencia de que estos residuos deben tener un tratamiento diferente a la basura común de casa. No se pueden desechar a la ligera y debemos de buscar este tipo de iniciativas para que no se genere un impacto negativo al medio ambiente”, agregó.

Sobre este tema, un aspecto que recalcó la investigadora Santillán Ferreyra es que la respuesta de la población ha sido “muy buena”, ya que han llegado a recolectar hasta 20 toneladas de residuos de los cuales aproximadamente el 90 proviene de los hogares. Declaró que quienes suelen llevar los objetos al centro de acopio son mayormente adultos, pero esperan que más jóvenes se sumen a la iniciativa.

Sobre esto, Sergio Montaño, gerente de Tratamiento y Recolección de Electrónicos (TREE), añadió que su principal tarea es “generar una sensibilización para poder crear conciencia en la sociedad” sobre todo en las y los jóvenes, ya que en un fututo son quienes tendrán el valor adquisitivo para comprar este tipo de artefactos que en algún momento serán residuos.

Detalló que de no realizarse el manejo adecuado se daña no sólo a la naturaleza, también a la salud de la población ya que entre los elementos químicos que pueden contener están el plomo, cadmio, xenón, oro, plata, mercurio cobalto y litio.

Además, compartió que una vez recabados los objetos separan todos los componentes “como si fuera un Frankenstein”, posteriormente los clasifican y dividen por materiales para así enviarlos a su disposición final, ya sea para reciclaje, almacenamiento específico en caso de las pilas o incluso con otras instituciones se plantea su rehabilitación.