Abundan cenotes en Yucatán.
Cristian Selun y Arnaldo Marucco, espeleobuzos argentinos, en el cenote Dzombakal de la comisaría de San Antonio Mulix, municipio de Umán, Yucatán, encontrarón restos de un oso perezoso gigante, extinto hace más de 10 mil años.
Selun, “los colegas Fabián López y Ricardo Atocha habían explorado la entrada de la cueva inundada en 2021 y dos años después, fuimos al lugar para investigar el sitio nuevo y mi colega Aldo encontró huesos gruesos y grandes”.
Dice que, el paleontólogo, Jerónimo Avilés Olguín, fue “quien identificó que los huesos pertenecen a especies extintas”.
Agrega, “el espeleobuceo me ha dejado grandes satisfacciones, desde mostrar un nuevo mundo bajo el agua, encontrar restos óseos de animales extintos, hasta explorar una de las tres cuevas más grandes de Yucatán”.
Adelanta, “tengo pendiente el registro de un felino, cuyos huesos están en investigación, en breve sabremos a qué especie pertenece”.
El paleontólogo pidió no tocar los restos arqueológicos o los restos óseos que puedan llegar a encontrar la gente en estos cenotes, “no toquen nada para no deformar la historia y saber si la evidencia quedó así porque se cayó o quizá la posición se debió a que lo tapó una piedra, lo más importante es preservar el hallazgo y no olvidar que los cenotes son lugares sagrados para los antepasados mayas”.
Fuente: LÓPEZ DÓRIGA