Expresa el cariño que le tienes a mamá con uno de estos poemas y sorpréndela de manera diferente
Redacción / La Voz de Michoacán
Morelia Michoacán. Si lo que buscas es sorprender a mamá con algo diferente, y no sabes cómo expresarte correctamente, un poema es la mejor opción. Aquí te dejamos los 5 poemas más bonitos para este día.
1) Renacimiento de Antonio Manchado
Galerías del alma... ¡El alma niña!
Su clara luz risueña;
y la pequeña historia,
y la alegría de la vida nueva...
¡Ah, volver a nacer, y andar camino,
ya recobrada la perdida senda!
Y volver a sentir en nuestra mano
aquel latido de la mano buena
de nuestra madre... Y caminar en sueños
por amor de la mano que nos lleva.”
2) Enseñarás de Teresa de Calcuta
“Enseñarás a volar...
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar...
pero no soñarán tus sueños.
Enseñarás a vivir...
pero no vivirán tu vida.
Enseñarás a cantar...
pero no cantarán tu canción.
Enseñarás a pensar...
pero no pensarán como tú.
Pero sabrás
que cada vez que ellos vuelen, sueñen,
vivan, canten y piensen,
¡estará en ellos la semilla
del camino enseñado y aprendido!”
3) Mi madre, mi ángel guardián de Aracely Abundis
“Cinco letras tiene un ángel,
que me cuidó en su vientre,
me llevó por mil caminos,
me enseñó a ser valiente.
Todas las mañanas
sueño al despertar
que del cielo un ángel
me viene a besar.
Al abrir los ojos
miro donde está
y en el mismo sitio
veo a mi mamá.”
4) Madre de Marisol Bocaletti
Madre, agradecida estoy con lo que inspiras.
Al viento le cuento, que alegras mis días.
Tu consejo como el agua me calma y me guía.
Me enseñas a luchar por mis sueños, viendo para arriba.
Me acobijas con tu sabiduría, de tu lado, que linda es la vida.
5) Madre querida de Andrea Ignacio
Si pudiera mirarte,
como si fuera la primera vez
y guardar tu imagen
como un pacto de amor
de mi genuino querer
en forma de llanos y caricias,
te prometo, te juro,
no olvidaría ni por un segundo
el tono de tu voz
llamándote “mi vida”.
Y si tan solo tuviera,
otra vez,
la oportunidad de elegirte
y mirarte,
ten por seguro
que recordaría como amarte
y adorarte,
solo por el anhelo, el honor
y el placer de llamarte
“Madre”.