Morelia, Michoacán
Gritos de terror (y no precisamente por los precios, que son bastante accesibles) se escucharon la noche de este viernes en el Mercado Nicolás Bravo, mejor conocido como del Santo Niño, con la noche de leyendas de terror que ofrecieron al público.
Cerca de las siete de la noche, una larga fila de personas esperaban pacientes para comenzar con los recorridos por el mercado, que desde hace 50 años ofrece desde frutas y verduras, hasta mandiles y macetas.
Minutos cerca de las 19 horas las luces del establecimiento se apagaron, era el momento de que el primer grupo ingrese al espacio que estaba prácticamente a oscuras.
El primer punto fue la planta alta, donde se encontraba un altar que los visitantes podían tener como uno de los únicos referentes de iluminación. Chicos y grandes caminaron por el pasillo completamente oscuro que por las mañanas está lleno de personas que disfrutan del pozole con tacos dorados.
Veladoras y papel picado quedaban a la altura de la vista, pero no distraían de los monjes y catrinas que escondidos entre macetas y pilares te podían sacar un buen susto.
Tras escuchar la primer leyenda, el grupo bajó para seguir con el recorrido en la planta baja (valga la redundancia), pasando por otro altar para detenerse a escuchar a la catrina narradora.
El momento más terrorífico llegó, bajar al sótano para escuchar la última parte de los cuentos de terror.
Ahora sí, prácticamente a oscuras, gritos de los visitantes se escuchaban, apenados por haberse asustado con niños que ni disfrazados estaban o por maniquíes que forman parte de la vida diaria del mercado.
Un payaso terrorífico contó la última leyenda, la del pasado del espacio antes de ser un mercado, conocido como la antigua zona de tolerancia.
Un foco rojo le ilumina el rostro.
Al finalizar su cuento, las personas corren con miedo para buscar la salida, se escucha una sierra eléctrica persiguiendo al público, risas de demencia, niños que ya no sabes si son o no parte del recorrido.
Finalmente, la luz de la salida por el sótano del mercado te da la esperanza de que el terror terminó, en este, tercer año de recorridos de terror en el Mercado del Santo Niño.