Homero Sánchez Machorro, un biólogo de 29 años originario de Puebla, fue hallado sin vida en Guerrero luego de haber sido reportado como desaparecido tras un viaje a Acapulco. El joven científico, egresado de la BUAP, había compartido en redes sociales su entusiasmo por conocer la costa guerrerense.

La última señal de vida de Homero fue registrada el 17 de junio en las inmediaciones de Zumpango del Río: dos días más tarde, su cuerpo fue encontrado en una zona de difícil acceso bajo el puente Solidaridad Mezcala, una estructura que cruza la autopista del Sol, una de las vías más transitadas entre Ciudad de México y el puerto de Acapulco.

Según los primeros reportes forenses, el cuerpo presentaba múltiples fracturas, lo que refuerza la hipótesis de una caída o lanzamiento desde gran altura. Las autoridades confirmaron su identidad gracias a una credencial hallada entre sus pertenencias, y su familia fue notificada poco después por el Servicio Médico Forense de Chilpancingo.

La Fiscalía General del Estado de Guerrero inició una carpeta de investigación por homicidio doloso; no obstante, a una semana del hallazgo, no se han ofrecido detalles concretos sobre líneas de investigación, sospechosos o móviles del crimen. Este silencio oficial ha despertado preocupación entre familiares y amigos del joven, quienes han comenzado a exigir justicia a través de redes sociales y medios de comunicación.

Homero había documentado en sus redes sociales visitas a sitios emblemáticos de Acapulco, como la playa Condesa y el Jardín Botánico, sin embargo, su itinerario en los últimos días antes de desaparecer sigue siendo poco claro. Una fotografía en la que aparece acompañado por una persona no identificada ha incrementado el misterio alrededor del caso.

El asesinato se suma a una serie de hechos violentos en Guerrero, estado que actualmente enfrenta una crisis de seguridad. Tan solo en los primeros cinco meses del año, se han registrado más de 600 homicidios, muchos de ellos ligados a disputas entre grupos del crimen organizado.

A pesar de la gravedad del caso, las autoridades estatales aún no han emitido una declaración oficial. Para quienes conocieron a Homero, esta omisión es una señal alarmante de la indiferencia institucional frente a crímenes que afectan tanto a residentes como a visitantes.

Fuente: El Imparcial