Laura Zapata no fue bienvenida en el funeral de Ernestina Sodi, su hermana y reconocida escritora.
Ciudad de México.-La tristeza embarga a la familia de la cantante Thalía tras el fallecimiento de Ernestina Sodi, periodista y escritora, el pasado 8 de noviembre, quien murió después de estar tres semanas hospitalizada por dos infartos, al tiempo que se ha rumorado que la actriz Laura Zapata, fue presuntamente excluida del funeral.
A pesar de que los detalles del velorio, realizado el 10 de noviembre, fueron reservados y solo asistieron familiares y amigos íntimos, la periodista Liz López compartió algunas informaciones durante el programa Todo para la mujer.
Funeral de Ernestina Sodi bajo restricciones
Según López, en la funeraria se recibieron instrucciones específicas de no permitir la entrada a Laura Zapata, hermana de la fallecida.
Además, Liz mencionó que, según allegados a los Sodi, Marina habría transmitido a la exsuegra de Diego Luna las palabras de reconciliación que Laura Zapata envió, diciendo que las disputas pasadas se habían “dejado en el olvido”.
“Me comentaron, que al parecer sí alcanzaron a decirle las palabras al oído que le dijo Laura Zapata; sin embargo, que no era tan bienvenida en el funeral. La persona de la recepción tenía la orden de no dejarla pasar en caso de que se apareciera”, explicó Liz López.
Durante el evento se celebró una misa católica, aunque Ernestina era cristiana, y más tarde se unió un pastor. Los restos de la escritora fueron inhumados en el Panteón Francés, en una ceremonia privada con solo familiares presentes.
López también indicó que se planean más misas para el descanso eterno de Ernestina y que Thalía podría prolongar su estancia en México, hospedándose en la casa de su hermana fallecida, en lugar de un hotel.
Laura Zapata, por su parte, decidió no asistir al funeral para evitar controversias con su familia materna.
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“De ninguna manera porque considero que sería desviar la nota, yo quiero que la nota sea que ella se fue, que ella partió, no que si Laura vino, Laura no vino”, declaró a los medios.
Laura y Ernestina tuvieron una relación tensa tras el secuestro que sufrieron en 2002 en la Ciudad de México y otros conflictos familiares, incluyendo acusaciones en el libro de Ernestina, “Líbranos del mal”, que Laura siempre ha negado.