Morelia, Michoacán/Fotos: ACG.
La oscuridad de la noche caía, las luces azules y moradas se imprimen como estampas sobre la cantera rosa.
Los murmullos sobresalen de todo el ruido que cotidianamente impera en el Centro Histórico de Morelia.
“¿Quién viene?”, “¿Ese quién es?”, “¿Si va a venir (inserte usted el nombre de cualquier celebridad que le venga primero a la cabeza)?”, son las principales preguntas que el público se hace por detrás de una valla metálica que los divide de quienes normalmente solo ven en la pantalla grande. Últimamente también en la de sus dispositivos móviles.
Son los de afuera, los que no esperan entrar, algunos tal vez tienen la ilusión de hacerlo, pero la mayoría busca la selfie para publicar en sus redes sociales. La mayoría no sabe a quién espera, pues no sabe ni siquiera quienes vienen.
Se agrupan, gritan, aplauden, algunos incluso reclaman, todo desde afuera del Teatro “Mariano Matamoros”, algunos con una cercanía desde el portal del mismo nombre, otros más lejos, desde la valla que llega a la plaza de Armas.
A pesar de que el evento al interior de dicho teatro, que dicho sea de paso tardó casi 13 años en su renovación-construcción, los morelianos no abandonaban su lugar tras de la cerca metálica blanca, que contrasta con la alfombra roja.
Casi había pasado media hora de que desfiló la última camioneta, que fue la del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, comenzó una ligera lluvia que no espantó a todos los espectadores.
Los pocos que quedaban se alojaron en el portal y otros sacaron su paraguas para con una mano sostenerlo y con la otra sostener el celular listo para la foto.
Destacable que hubo un momento en el que salieron a repartir papas, chicharrones y palomitas entre los que permanecían a la espera.
Es así como inicia la temporada donde no puedes creer los famosos que te encuentras en las calles de Morelia, donde los morelianos aprovechan para tomarse fotos con los famosos, pero también en las mamparas que les permiten sentirse ellos los famosos que desfilan por la alfombra roja.