Morelia, Michoacán, 31 de julio de 2024.- Aún en estos momentos de crisis en el PRD, hay de perredistas a perredistas.

Algunos apuntados para disputarse la dirigencia del sol azteca, ahora que será un partido local, y otros que amagan con dejar las filas partidistas después de años y años en los que fueron beneficiados.

Por su parte, el aún dirigente estatal del PRD, Octavio Ocampo Córdova, encabeza las mesas de trabajo rumbo a la reconstrucción o reorientación partidista.

Mientras tanto, los diputados federales, Francisco Huacus Esquivel y Mauricio Prieto Gómez, se mantienen firmes en el partido y levantan la mano para buscar la próxima dirigencia estatal.

De hecho, Paco Huacus pide que se anticipe la salida de Octavio Ocampo, antes de que asuma la diputación local plurinominal que le corresponde.

En tanto, Ocampo Córdova argumenta que legalmente ello no procede, porque si el PRD no conserva su registro nacional, entonces no habrá dirigencia estatal mientras el Instituto Electoral de Michoacán (IEM) no otorgue el debido registro como partido estatal.

Mientras son peras o son manzanas, también está en la mesa la discusión sobre la política de alianzas, donde el ex dirigente estatal, Martín García Avilés, plantea que sólo se deben hacer alianzas con partidos de izquierda, no más con PAN y PRI.

Pero nada más que se acuerden qué alianza les dio sus últimos cargos y cómo los ha tratado el Morena, plagado de ex perredistas.

Por cierto, de ese mismo equipo algunos que están distanciados con el sol azteca son el ex gobernador Silvano Aureoles Conejo y su hermano, el senador Antonio García Conejo.

Al primero se le ve muy cercano con el Frente Cívico Nacional, de Guadalupe Acosta Naranjo, mientras que el segundo anda casi a salto de mata, evadiendo a sus proveedores y los compromisos que hizo en su frustrada campaña a diputado local por el Distrito de Morelia Suroeste.

Hablando de ello, qué cambiada anda la diputada Julieta Gallardo Mora. 

Cuando fue diputada federal y tuvo una serie de cargos en la administración estatal, siempre sonriente. 

Ahora que perdió su campaña por la diputación local de Puruándiro, ya ni los compromisos suyos ni los de su hijo Dagoberto Covarrubias Gallardo -coordinador de campaña y delegado del PRD por Puruándiro- quiere reconocer.

Ahora, se menciona que Julieta Gallardo hasta amaga con abandonar las filas perredistas. ¡Claro!, ¡pues ya no hay hueso!

Y, por cierto, que alguien le diga a su hijo que hay ofertas en Suburbia, para que se compre unos pantaloncitos y cumpla su palabra. Con esos “moditos” de tratar a sus acreedores no va a llegar muy lejos en política.

Así las cosas entre los perredistas que se quedan y los que parece que se irán.

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