Morelia, Michoacán, 18 de abril de 2024.- Aún siendo unos cuántos, nada tienen que ver los proyectos que encabezan en Michoacán el candidato a senador Raúl Morón Orozco y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Idealista en gran medida, Raúl Morón sigue tratando de instalar “el segundo piso de la Cuarta Transformación”, mientras que Alfredo Ramírez busca a toda costa instaurar una especie de “dinastía política” que beneficie quede bien con los empresarios amigos en el estado.
El hoy candidato a senador se ha convertido, junto con sus aliados, Leonel Godoy Rangel, Fidel Calderón Torreblanca, Juan Carlos Barragán Vélez, Roberto Pantoja Arzola y Reginaldo Sandoval Flores, entre otros, en el principal obstáculo para que el mandatario estatal corone sus intenciones.
Muy a pesar del gobernador, Raúl Morón, cercano a la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo, logró quedarse con la candidatura, y sin embargo, por cuestionable que parezca, Alfredo Ramírez alcanzó, con su poder político y económico, incidir en gran parte de las candidaturas locales del Morena en Michoacán.
Y es que Ramírez Bedolla, quien siempre ha mostrado la inseguridad propia de quien llega más de rebote que por méritos propios a una alta encomienda.
Tan inseguro ha estado que ha debido organizar una serie de eventos para tratar de legitimarse como titular del Poder Ejecutivo estatal y ha creado su propio monstruo, un Morón Orozco que sí estaba más legitimado que él para ser candidato a gobernador en 2021 y que le arrebatará el poder en cuanto dé la espalda.
Buscando legitimación, Alfredo Ramírez se alió primero con Carlos Torres Piña, quien le proporciona cierta seguridad, pero se la cobra caro, y ha procurado adueñarse del partido y de las candidaturas en Michoacán.
Pero en el camino, y tras tejer alianzas con personajes ajenos al Morena y a la Cuarta Transformación, el mandatario ha dejado una serie de lastimados y segregados que hoy han engrosado las filas de su principal adversario interno y han fortalecido a un Raúl Morón al que él le tiene miedo.
A quienes le pudieron ayudar a hacer un buen gobierno, Alfredo Ramírez los marginó, mientras que se rodeó de sus cuates y ciertos personajes que le dicen que todo lo hace bien con tal de seguir cobrando como si trabajaran.
Como dice la canción… “por eso y muchas cosas más”, es que Raúl Morón y el gobernador de Michoacán representan proyectos totalmente diferentes.
