Morelia, Michoacán, 24 de abril de 2024.- Tras el primer debate entre los seis candidatos a la alcaldía de Morelia, es momento de hacer un primer recuento de lo ahí visto y las similitudes o diferencias con lo que antes pronostiqué.
¿Cómo estuvo cada uno de los aspirantes a la Presidencia Municipal de la capital michoacana?
Por ejemplo, Alfonso Martínez Alcázar se mantuvo propositivo, como anticipé.
El alcalde con licencia y abanderado por segunda vez de PAN y PRD lanzó señalamientos contra la anterior administración morenista, habló de sus logros y también aterrizó algunas de sus propuestas para los próximos tres años.
En tanto, Carlos Torres Piña, abanderado de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” (Morena-PT-PVEM), lanzó algunos dardos y enfatizó que nada está bien en la actual administración.
Además, de manera reiterada buscó colgarse del arrastre que aún tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como del efecto de la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo.
Por su parte, René Valencia Reyes, candidato del PRI, fungió como el ejecutor de la guerra sucia contra el puntero, aunque sus ataques traían mucho menos sustancia de la que yo esperaba.
Llamó la atención su falta de preparación y de respuestas cuando fue cuestionado, sobre todo en el tema de la ciencia y la tecnología. Fue el único al que le sobró mucho tiempo en sus participaciones.
En su caso, Gisela Vázquez Alanís, abanderada de Tiempo X México, presentó algunas propuestas interesantes y lanzó algunas críticas contra los políticos del pasado en general.
Sin embargo, como anticipé, llegó en algunos casos a personalizar en los señalamientos, a pesar de que reiteradamente anunció que no lo haría.
Al candidato de Movimiento Ciudadano, Héctor Ayala Morales, lo observé concentrado más en hacer sus planteamientos que en intercambiar golpes con los demás.
Mostró de manera parcial un conocimiento teórico de lo que puede hacerse en Morelia, pero le faltó tiempo para explicar porqué él sí lo podría hacer.
En cuanto a Gilberto Pizarro Hernández, abanderado del PES, fue al debate, como adelanté, a poner sobre la mesa temas que no están muy presentes en las agenas de los otros candidatos.
Intentó conectar con los electores por el lado sentimental, pero su hablar a veces exageradamente pausado, no le permitió aprovechar el tiempo para explicarse mejor.
¿Quién ganó y quién perdió? Yo tengo mi lectura, pero prefiero que esta vez sea usted, estimado lector, el que haga sus propias valoraciones.
