Pátzcuaro, Michoacán

Por medio de una transmisión en vivo, la comunicadora Maritza Carranza dio a conocer que durante más de 2 años ha sufrido hostigamiento, maltratos físicos y psicológicos, asi como señalamientos falsos hacían su persona, al igual que su pequeño hijo de sólo 9 años de edad.

Una ex funcionaria del municipio de Pátzcuaro, de nombre Maria Tovar, y su hija, Julia Airem García, son quienes se encuentran denunciadas desde hace tiempo por varios delitos, entre ellos, abuso de confianza.

Dentro de los señalamientos hechos por Carranza, se encuentra la divulgación de fotografías de carácter íntimo en redes sociales, amenazas y burlas a su hijo, a quien esperan por fuera de la escuela para intimidarlo. Se presume que la Fiscalia del estado ha sido omisa, ya que las agresoras son protegidas de Rafael Servín, un ex funcionario estatal.

Martiza Carranza, indicó que se encuentra desesperada ya que en repetidas ocasiones ha levantado denuncias, ha informado a la titular de la Fiscalia Regional sobre los hechos “y no pasa nada”. Y es que no solo han dañado su integridad e imagen, sino también su patrimonio, al vandalizar de manera constante el vehículo del que es propietaria, ponchándole las llantas, rayándolo y quebrándole el parabrisas.

Relató que durante todo este tiempo tuvo que estar cambiando a su hijo de escuela, ya que Julia constantemente atacaba al menor, insultando su aspecto físico, burlándose de que no tiene un padre y subiendo en redes sociales múltiples memes con leyendas haciendo alusión al menor.

El día de ayer, jueves 25 de abril, cuando la comunicadora se dirigía a la escuela de su hijo, fue atacada por Julia Airem quien le arrojó en la cara una botella de agua y le gritaba que se bajara del automóvil y, al hacerlo, la agresora se abalanzó sobre Maritza y comenzó a golpearla y morderla en ambos brazos, rasguñándole la cara mientras que la mantenía inmóvil jalándola del cabello.

Este y otros ataques iniciaron desde el día que las implicadas dejaron de laborar en el gobierno municipal. Por lo sucedido, Maritza teme por su integridad, ya que en repetidas ocasiones la han amenazado de muerte e incluso presumen sus vínculos delincuenciales y concluyó su denuncia diciendo, “el gobierno espera que me maten para tomar cartas en el asunto”.