Morelia, Michoacán
El expresidente de la Cámara de Senadores, Gerardo Fernández Noroña, nunca ha sido austero, ya viajaba en primera clase y gustaba de lujos desde antes, asegura el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Guillermo Valencia Reyes.
Tras el escándalo por la casa de 12 millones de pesos que declaró tener el senador en Tepoztlán, el priista recordó que lo conoció alrededor de 10 años atrás, cuando coincidieron en una manifestación en Chicago y ya desde entonces manejaba camionetas de lujo.
“El problema con Noroña es que en público se las daba de muy austero pero en privado no lo era tanto. Siempre ha traído caminonetas Volvo y es que son muy buenas, yo también he tenido, el problema es dárselas, pues, de muy austeros en eventos y discursos y en la vida real no serlo o aparentar algo que no eres”, señaló.
Memo Valencia acotó que él por su parte, no es ausero, que tiene “gustos muy exquisitos como las caguamas banqueteras” o como “una buena botella de vino”.
“Ese día nos trasladamos a México en el mismo vuelo pero yo estaba en al aeropuerto y él en la sala VIP y voló en primera clase. Yo la verdad es que no alcancé boleto en primera clase”, agregó.
Para justificar la compra “a crédito” de su casa de 12 millones, Noroña aseguró que la adquirió con sus ganancias de monetización en redes sociales, aunque Reforma publicó una investigación en donde se demuestra que no podría ganar tanto de acuerdo con el número de seguidores que tiene; sin embargo, Guillermo Valencia aseguró que sí, que se gana más como youtuber que como político.
“Se gana muy bien, es mucho lo que deja. El problema es esa falsa humildad que quieren aparentar y que piensan que lo que dicen no queda registrado, piensan que no queda testimonio de sus declaraciones”, declaró.
Por otro lado, mostró respaldo hacia su dirigente nacional, el senador Alejandro Moreno, que se lió a empujones con Noroña en la última sesión del período y le lanzó un puñetazo, aseguró que “no hizo más que defenderse y exigir sus derechos”, puesto que el presidente del Senado le negó el uso de la palabra que ya se había acordado previamente y pidió que se entonara el Himno Nacional, que es la última actividad antes de dar por declarado el término de la sesión.
“Utilizó el Himno Nacional como una medida de frentar la presión de los partidos políticos opositores”, señaló y justificó el actuar de Alito, puesto que si no lo encaraba en ese momento, no habría tenido oportunidad después.