Hace más de 10 días, en la calle Durazno #55, Ampliación Leandro Valle, ubicada a unas calles del Estadio Morelos, la casa de la familia Espinoza Ponce sufrió daños materiales irreparables a raíz de un incendio que consumió todo a su paso.
El señor César Alvarado, padre de tres hijas, es albañil, y ha trabajado en esa labor por muchos años, sin embargo, su situación es precaria, y con el incendio, las condiciones de vida son mucho más complejas. “Trabajamos mi señora y yo. Yo soy albañil. Mis hijas estudian en el CONALEP. Tenemos una empresa de meseros. Estaba ‘mesereando’ en el momento del incendio y cuando llegué, ya no había nada, fue quema total. Gracias a Dios que no pasó a mayores. La verdad, todo nos cuesta, hasta un tabique y una lámina. Agradezco a los vecinos que nos han ayudado y echado la mano. Culpables no se buscan, no quiero echar culpas a nadie», aseveró.
Tres patos, siete cuyos, un conejo, dos pollos, cinco perritos blues recién nacidos fueron las pérdidas en lo que a seres vivos se refiere. “Aquí andaban. No se pueden salir. Están en mejor vida. Tengo cinco huevos de patos para encubarlos. Mi hija mandó cremar su mascotita. Es algo que no se puede recuperar. Lo material, no importa, se puede recuperar con base en el trabajo”, aseguró el señor César.
Una vecina recuperó a un gallo perteneciente a la familia, que tuvo quemaduras graves en la cresta. De igual forma, un gato fue lastimado con el fuego en su cola, por lo que a más de una semana, el cuidado de sus heridas ha sido prioridad para los habitantes de la casa.
Ropa, despensa o víveres, uniformes para las tres adolescentes,refrigerador, tanque de gas o lo que la ciudadanía considere, es la petición de la familia Espinoza Ponce, para poder empezar a solventar su economía, erradicada en su totalidad. Protección Civil y Bomberos Municipales fue requerida para controlar el siniestro, sin embargo, no acudieron a la cita a mitigar el incendio.