Morelia, Michoacán

La elección de la nueva presidencia municipal de Irimbo tendrá que repetirse, dado que el Tribunal Electoral del Estado de Michoacán (TEEM) acreditó por unanimidad que existió violencia política en razón de género en contra de la candidata que quedó en segundo lugar, Azucena Ruiz Alanis.

Es la primera vez que en Michoacán se anula una elección por violencia de género. La candidata, que fue postulada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), perdió por apenas 113 votos. Obtuvo un total de tres mil 159, mientras que su contendiente, Fernando Palomino Andrade, abanderado de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), alcanzó tres mil 272.

El motivo de la declaración de nulidad de la elección fue una serie de publicaciones realizadas en una página de Facebook llamada “La voz de Irimbo”, que ya no están en circulación, en donde se denosta la capacidad de la candidata, se le presenta como “títere” de Norberto Antonio Martínez Soto, exalcalde de ese municipio con quien estuvo casada.

La mayor parte de estas publicaciones, realizadas en período de campañas, ponen en duda su capacidad de autonomía, aseguran que tiene una relación sentimental con su expareja y cuestionan su calidad moral, su honestidad y su capacidad.

La sentencia, elaborada por la ponencia de la Magistrada Alma Rosa Bahena Villalobos, confirma que hubo empleo de estereotipos de género y recuerda que este tipo de violencia es causal de la nulidad de una elección, según el artículo 73, inciso d) del Código Electoral, a lo que se suma que la diferencia de voto es menor al cinco por ciento.

“Como juzgadores y juzgadoras tenemos una responsbailidad social, no podemos permitir que se cometan ilícitos contra las mujeres”, argumentó la magistrada Yolanda Camacho, al pronunciarse a favor de la sentencia.

Alma Bahena precisó que se analizaron 13 publicaciones de La Voz de Irimbo y se detectó que se buscó ridiculizar a la candidata y exponerla a una campaña de desprestigio y de poner en duda su honorabilidad “no solo como mujer, sino también como persona”.