Liderazgo político de las mujeres
Yurisha Andrade Morales*
El miércoles de la semana pasada participé en un foro organizado por el Tribunal Electoral del Estado de Michoacán en el que tuve la oportunidad de compartir reflexiones con las Maestras Selene Lizbeth González Medina, Consejera del Instituto Electoral de Michoacán y Bárbara Gabriela Ramírez Pedraza,Subsecretaria de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas, con la moderación de la Magistrada Presidenta Alma Bahena, sobre el liderazgo y participación política de las mujeres, en el espléndido campus de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
El tema nos permitió reflexionar sobre el pasado y presente de una lucha que ha sido desigual, pero que hoy registra nuevas realidades y desafíos: me refiero al tránsito de una democracia que ha dejado de ser solo masculina y cada vez se construye y se comparte más entre hombres y mujeres; es la historia de las mujeres y su lucha por acceder a la vida pública que nos permite visibilizar los procesos de exclusión, estereotipación y confinamiento en los ámbitos privado y público en México, pero también en muchos países del mundo.
En el pasado se vivieron extremos con matices propios de lascaracterísticas y dinámicas sociales de cada país, pero en muchos de ellos las mujeres no podían tener propiedades ni derechos sobre los hijos; no se les permitía estudiar o solo lo podían hacer en temas considerados femeninos,mientras que el matrimonio y sus consecuencias era casi su único destino posible; se convertían en madres y prisioneras de la familia. No tenían derecho a votar ni a ocupar cargos públicos, por lo cual fueron los varones quienes siempre tomaron las decisiones importantes para las sociedades y sus organizaciones estatales.
Luego de muchas décadas el escenario ha cambiado. Estoy convencida de que hoy, sin el liderazgo de las mujeres, la democracia no sería democracia ni estaría completa, no solo porque se excluiría a más de la mitad de la poblaciónmexicana, sino porque se privaría al sistema político de una perspectiva diversa y plural, así como de la oportunidad de tomar decisiones informadas y equitativas que reflejen las necesidades de toda la sociedad. Reconocer el rol que les corresponde, su derecho a participar y a ejercer liderazgos, es reconocer el valor propio que tiene la diversidad, la inclusión y la equidad en la formulación de políticas públicas, en la toma de decisiones que afectan a la colectividad y en la ocupación de cargos públicos en condiciones de igualdad frente a los hombres.
En México ha sido fundamental implementar una política de género, cuyo concepto se acerca a una especie de categoría social de análisis y reflexión quese reproduce discursiva y prácticamente desde distintas dimensiones como lo social, lo simbólico y lo normativo. Los estudiosos del tema sostienen que el género es una categoría de análisis, no solo por su diferencia sexual masculino/femenino, hombre/mujer, sino por la posición que tiene el sujeto de género en la cadena del poder y valoraciones sociales que hacen referencia a la pertenencia étnica, cultural, de clase, la orientación sexual y la pertenencia generacional.
En nuestro país se registran avances significativos con congresos paritarios e, incluso, con ligeras mayorías femeninas, con 13 gobernadoras y la primera Presidenta de la República. No obstante, la representación sustantiva de las mujeres aún enfrenta desafíos importantes, pues si bien en los congresos se registran composiciones paritarias, al revisar su funcionamiento, persisten desigualdades evidentes en la distribución específica de las comisiones y sus presidencias. La presencia de mujeres es fundamental, pero insuficiente, el número es importante, pero también hace falta un cambio en la cultura legislativa y en la distribución interna del poder que lo haga sustantivo y no solo cosmético.
Las mujeres aún enfrentamos obstáculos al participar en la vida política, tanto para ser postuladas a cargos de elección popular como para ejercer cargos que implican ejercicio del poder. Todavía hay barreras estructurales y culturales que son discriminatorias y siguen limitando nuestras posibilidades. Nada más falso en la actualidad que el discurso de quienes pregonan y quieren hacernos creer que las brechas relativas a las capacidades implican que las mujeres tienen menor probabilidad que los hombres de contar con la educación, los contactos y los recursos necesarios para convertirnos en líderes. En mi opinión, las mujeres hemos demostrado que somos buenas gobernantes y excelentes titulares de instituciones y empresas; por eso estudiamos, nos preparamos y somos competitivas. No queremos concesiones impuestas por la moda, tenemos conocimientos y derechos y sabemos dirigir los destinos de nuestras sociedades.
* Magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán
@YurishaAndrade