Morelia, Michoacán

“Después de tener un accidente en helicóptero, realizando mi deber, la Secretaría de Seguridad Pública me dio la espalda y ahora estoy como un perro arrastrándome”, fueron las palabras del oficial José Luis, un policía estatal de 75 años, quien narró su calvario después de ser despedido.

“Me despidieron por el único crimen que cometí: caerme del helicóptero haciendo rapel. No me han dado ni un cinco de indemnización”, afirmó con voz temblorosa mientras le ayudaban a sentarse en un banco durante la manifestación que sostienen elementos de la Guardia Civil (policía estatal de Michoacán) en el Libramiento de Morelia.

El veterano oficial detalló su desoladora situación: “Vendí mis carros, todo lo que tenía para poderme curar porque el Seguro no sirve para nada. En la Secretaría no me dieron ni para un vaso de agua, apenas me dieron una méndiga silla de ruedas”.

La voz de José Luis se quebró al recordar cómo fue tratado cuando intentó quejarse. “Cuando fui a quejarme me desconocieron, dijeron que ni siquiera era policía. El juez dictaminó que sí era policía, pero la SSP sigue negándome todo. Da coraje llegar a viejo en estas condiciones. Esas son las promesas que nos estuvieron haciendo”, expresó mientras lágrimas rodaban por sus mejillas.

“Estoy como muerto de hambre, sin nada, arrastrándome como un perro, sin dinero,” concluyó con un sollozo, reflejando la desesperación de alguien que ha dado su vida al servicio de su comunidad y ahora se siente abandonado y desamparado.

Esta manifestación subraya la necesidad de atención y justicia para los oficiales que han dedicado su vida a la seguridad pública, y plantea una seria interrogante sobre el tratamiento que reciben los veteranos en situaciones de necesidad.

Este 14 de junio, los elementos estatales retomaron el bloqueo en el Libramiento de Morelia, exigen pagos atrasados y justos. En ese marco, segura y lamentablemente irán saliendo más historias como las de José Luis.